martes, 22 de enero de 2013

Como Preparar a los Hijos Para el Iniciar el Año Escolar

Prepare física y emocionalmente a sus hijos para el inicio de clases
30 por ciento del tiempo lo pasan los niños en el colegio durante sus años escolares.

Motive a su hijo a entrar sintiéndose renovado y con disponibilidad de aprender lo nuevo.
Por estos días empieza un nuevo año escolar y con él llegan nuevas responsabilidades, deberes y, ojalá, nuevos conocimientos. Los niños y los padres se asustan ante este nuevo reto. Es bueno, entonces, como en todo, preparar lo necesario para que su hijo llegue en la mejor forma posible al colegio.
Desde ya, empiece a ponerle un nuevo horario a su hijo, nada de acostarse tan tarde y sí que empiece a despertarse más temprano.
Compren los materiales que el colegio haya pedido, compre o ajuste uniformes, también una agenda para anotar tareas y asignaciones, y hágale una revisión médica y odontológica, al igual que una limpieza de pies a cabeza que incluya corte de pelo, uñas, estropajo, etc..
Haga del inicio del colegio todo un ritual que motive a su hijo a entrar sintiéndose renovado y con disponibilidad de aprender lo nuevo.
Designe un espacio para hablar con su hijo de temores y aprehensiones que pueda tener alrededor del año que comienza. Para los niños, por lo general, hay algo de susto y de anticipación nerviosa, pues sienten que este año puede ser más difícil o que les va a tocar con el profesor más "duro". También está la incertidumbre que sentimos todos ante lo desconocido. Escuche y apacigüe temores y también comparta algo de sus experiencias escolares.
Hagan planes concretos de cómo se van a organizar, recorran la ruta del bus, conozcan el colegio antes de ir por primera vez, averigüe quiénes van a ser sus compañeros de clase e invítelos. Designen un espacio agradable, con buena luz, para hacer tareas, pongan horarios para la TV y el computador.
Trace con su hijo propósitos concretos para este año. Visualice con él los obstáculos que pueda haber en el camino y definan objetivos claros y explícitos de mejoría. Es bueno recordar que desde los 3 hasta los 18 años los niños pasan aproximadamente el 30 por ciento de su tiempo dentro de un ambiente escolar. El otro 70 por ciento, con los padres o en la casa. De ahí la importancia del hogar y de la preparación y actitud de los padres ante el colegio.
Por eso, hagan del tiempo compartido en casa un tiempo conducente al estudio. Hay muchas actividades que se pueden hacer en familia y lograr al mismo tiempo que los hijos aprendan mejor.
Fuera de clase
Haga de los paseos momentos educativos. Explíquele a su hijo cosas de los sitios que visitan. Lea a diario con él o que los grandes les lean a los menores.
Hable sobre las noticias de la semana con su hijo y póngalo a investigar sobre lo que sucede en el mundo. Aproveche las sobremesas o los fines de semana para hablar sobre historia, actualidad o temas educativos. Ver Discovery Channel en familia puede ser enriquecedor.
Trate de desarrollar la curiosidad de su hijo, pregúntele sobre lo que estudia en el colegio para que entienda que sí tiene una relación con su vida familiar.
Aprendan un deporte o hobby juntos para que así su hijo vea que aprender sirve para toda la vida. Si su hijo ve que usted tiene interés en el estudio, lo más seguro es que él también lo desarrolle.
Las rutinas de estudio son importantes de establecer; al igual que un sistema de refuerzos cuando su hijo trabaje hacia sus metas.
Conozca el estilo de aprendizaje de su hijo y, sobre todo, esté ahí acompañándolo en ese proceso maravilloso que es aprender. Su presencia continua motivará a su hijo sin necesidad de tener grandes exigencias.
Al contrario de lo que se piensa, los buenos estudiantes no tienen papás exigentes sino papás amorosos y firmes que son buenos modelos de estudio para sus hijos. También se ha descubierto que las tareas escolares para hacer en casa no mejoran el rendimiento escolar.
El trabajo en proyectos por fuera del colegio sí sirve. Lo esencial es que los años escolares organicen el cerebro de los niños de tal manera que aprendan a pensar crítica y creativamente.
Todo esto, obviamente, debe darse en un ambiente donde el niño se sienta seguro psicológicamente. Los años escolares dejan huellas para toda la vida. ¡Debemos procurar que estas sean buenas y los preparen para ser felices y eficientes! * Psicóloga y educadora
Si su hijo entra a jardín
Mónica Reyes, profesora de Psicología del Rosario:
Recomienda que el ingreso a jardín sea entre los 18 y 24 meses cuando el niño quiere hacer cosas por sí mismo y necesita más actividad. Previamente al ingreso decirle que va a conocer amigos nuevos, que tendrá una ruta, una maleta y leerle cuentos acerca del tema. El primer día transmitirle tranquilidad, hacer una despedida rápida y tratar de que lleve lo necesario
Annie de Acevedo
Psicóloga y educadora
Especial para ABC del Bebé